domingo, 26 de octubre de 2008

El Chanel Mobile Art aterriza en Nueva York

Un museo para el 50 cumpleaños del 2.55

Tras su periplo por Hong Kong y Tokio el Chanel Mobile Art aterriza en Nueva York. Se trata de un espectacular museo diseñado por la arquitecta iraquí Zaha Hadid a petición de Karl Lagerfeld para celebrar el 50 aniversario del clásico bolso de Chanel; el 2.55. El gigantesco pabellón de corte futurista, supuestamente tan portátil como un bolso, acoge la obra de veinte artistas que han reinterpretado el emblemático bolso acolchado con cadena metálica de la firma. La muestra abrió sus puertas en Central Park con una gran fiesta y permanecerá allí hasta el próximo 9 de noviembre, cuando despegue hacia sus próximos destinos; Londres, Moscú y París.
Aquí algunas de las creaciones más originales de la exposición:

De esta manera Lagerfeld ha tirado la casa por la ventana para celebrar el cumpleaños de su más preciado bolsito. Y es que si hay un bolso que alcanza la categoría de mítico es sin duda el 2.55 de Chanel. Fue creado en 1955 por la mismísima Coco Chanel, inspirada ésta por el acolchado de las sillas de montar del hipódromo de Suresnes. Se trata de un bolso clásico y atemporal que comenzaron a llevar las parisinas pudientes de mediana edad.

Con la llegada de Lagerfeld a la casa francesa el 2.55 se rejuveneció. El diseñador incluyó algunos cambios en el modelo y lo convirtió en uno de los complementos más chic para las jóvenes. Ahora puede combinarse con todo: tanto con un vestido de fiesta como con unos jeans y una camiseta.

No hay celebrity que se precie que no tenga el suyo. La tendencia es llevarlo en colores atrevidos como Kirsten Dunst o Mischa Barton aunque el más preciado sigue siendo el clásico en negro y también en blanco como los que llevan Vanessa Hudgens o Rachel Bilson.

Aunque desgraciadamente no es nada asequible (ronda los mil y pico euros…) existen versiones y muchos modelos “inspirados” descaradamente en él que pueden encontrarse en multitud de tiendas. Asique ya lo sabes, es un complemento que nunca pasará de moda. Y tú ¿Qué opinas del clásico entre los clásicos?

viernes, 17 de octubre de 2008

A cuadros y en cueros

Basta con echar una ojeada por cualquier tienda para ver cuál es el estampado del momento. Los cuadros lo invaden todo; escoceses, de tipo tartán… serán indudablemente la tendencia de este otoño-invierno. Se trata de una moda recuperada de principios de los noventa, cuando triunfaba el grunge y la ropa XXL.
Los cuadros se llevan en vestidos, faldas y pantalones pero sobre todo en camisas. Destacan las de tipo oversize (como las de Alexa Chung y Ashley Olsen), más entalladas y con chorreras (como la que lleva Kate Bosworth) o incluso tipo blusón o túnica.

Firmas como Dolce & Gabbana o Just Cavalli ya las incluyeron en sus desfiles del año pasado. Otros diseñadores nos muestran como llevarlas de forma mucho más funcional, como es el caso de Isabel Marant, que apuesta por las de tipo leñador combinadas con botas altas.



La segunda prenda clave para esta temporada son las cazadoras de cuero. Las más deseadas son las negras de tipo Perfecto, es decir, en talla xs, ajustadas al cuerpo y con cremalleras, justo como la que lleva Natalie Portman en este reportaje fotográfico para Elle.
Y es que las chupas de cuero ya no son exclusivas de moteros o punks y se han convertido en un imprescindible en el armario de cualquier fashionista. Dan un toque casual a cualquier look. Para combinarlas, es tan sencillo como llevarlas con pitillo y jersey amplio. Aunque también son ideales para acompañar minivestidos dándoles un aire más rockero, como hacen Rihana, Heidi Klum o Rachel Bilson.


viernes, 10 de octubre de 2008

¿Te acuerdas cuando llevábamos…?

Dicen que en la moda todo está inventado, y sin duda, esta es una de las premisas que se confirma cada temporada. Diseñadores, cazatendencias y fashionistas en general se dedican básicamente a resucitar prendas del pasado, haciendo que lo que ayer considerábamos hortera hoy nos parezca lo más cool.
Dejándonos llevar por esta nostalgia estilística, vamos a remontarnos hasta los gloriosos años 80, considerados por algunos como la etapa más extravagante y kitch de la vestimenta humana. Los que vivieron su infancia/adolescencia/juventud en esta década sabrán de lo que hablo:

Las Reebok abotinadas eran un clásico entre todos nosotros. Unas zapatillas que agarraban bien el tobillo para evitar que nos lo torciéramos haciendo Educación Física y que hoy en día considero que siguen teniendo su puntito. Y qué mejor para acompañar a las deportivas que un chándal de táctel, calentito a la par que reflectante. El caso del chándal de táctel merece mención aparte; todos tuvimos uno, pero la variedad cromática existente era tal que nunca coincidían dos iguales. Eso si, la combinación fucsia-verde solía ser la más frecuente. Esperemos que se hayan extinguido de la faz de la tierra.

Otro tejido estelar era el vaquero nevado en todas sus versiones (pantalón, camisa y cazadora, y si se lo llevabas todo junto, mejor que mejor). Por último, no olvidar por favor las mallas de estampado multicolor que se sujetaban al talón.

Respecto a los complementos, destacaron durante un tiempo los “glamurosos” collares-tatoo (una especie de gargantilla elástica negra que se pegaba al cuello de las más atrevidas). Y qué decir de las pulseritas de colores hechas con hilos de plástico que se compraban en los kioscos por un duro. Las de forma cuadrada eran muy sencillas, pero el que sabía hacerlas redondas era considerado un auténtico dios.
En cuanto a estilo capilar, sólo puedo decir dos palabras (aparte de cardado por supuesto): flequillo para ellas y tazón para ellos.

Pero también hay otras muchas prendas ochenteras que han aguantado mejor el paso del tiempo y ya no sólo no nos horrorizamos al verlas, sino que han resurgido como auténtica tendencia. Empezando por los en su día tan denostados pitillos, que actualmente son un básico en la mayoría de los armarios. Al igual que los cómodos y versátiles leggins. Para auténtico revival el que ha sufrido el calzado más vendido de la historia: las Converse All Star, un clásico desde que aparecieron en la primera mitad del siglo XX. Más económicas aún son las bambas de toda la vida, relanzadas hace un par de temporadas por Victoria. Las míticas gafas de sol Ray-Ban Wayfarer también están ahora en su máximo apogeo.



Incluso en los círculos más retro han resurgido los relojes Casio con esfera negra y pulsera metalizada. Y es que en la moda todo vuelve. Por eso crucemos bien fuerte los dedos para que nunca nunca jamás se lleve de nuevo una cosa:


Y tú, ¿Qué recuerdos estilísticos tienes de tu infancia? ¿Sufriste en tus propias carnes la moda ochentera?